Hacienda Santiago Ovando

Relato

Relato Hacienda Santiago Ovando



Es una semana normal para Porfiria después de haber pasado el mal rato con el malestar de Don Raúl, ponía nixtamal a diario y procuraba poner medio kilo más de maíz porque el encargado ya se le hace costumbre pasar a saludar y de paso le acepta taquitos de frijoles con chile. A Porfiria no le pesa, a nadie en Santiago Ovando le pesa regalar un taco, al contrario les da cierta satisfacción. La radio suena a volumen medio y se puede oír a Porfiria tararear mientras barre o lava trastes, las casas de los acasillados se van deteriorando por falta de mantenimiento, algunas aún más rápido por tener pequeños hijos, Porfiria ve sus manos y nota que está envejeciendo, sonríe porque recuerda muchos de los gratos momentos, por alguna razón no recuerda de inmediato los golpes que daba su madre cuando niña, los desplantes de su padre o el maltrato permanente de su hermano. Siempre sonriente saluda a los ya pocos habitantes de la hacienda, ve a Brígida llegar a su casa con una cara un poco compungida!
-Güenas doña Porfiria!
-Güenas Brígida!... Que necesitas?
-... Pos... Ora verá asté... Como le digo?
-Si necesitas dinero nomás tengo como lo de 20 pesos!
-... Pos... Es más que nada un favor muy grande Doña Porfiria!
-A ver dime!
-... Pos... Verá asté... Ve que mi viejo se jué a la ciuda y no ha regresao! ... Y pos ve asté que el encargao no me da muncho trabajo!... Y los yo con mis dos crías... Pos... No me alcanza el dinero y... Pos... Quería ver si asté... Me los quiere cuidar ende mientras voy a la ciuda un tiempo pa' buscar trabajo y poder llevarlos!
-...
-Nomás sería un tiempo! En lo que me encuentro un trabajo y casa...
-Y cuánto es ese tiempo?
-... Pos yo creo que como... 2 o 3 años!
-Jesús!! En ese tiempo ya te casates y tuvites otros dos chamacos y me dejas estos!... No mujer! Busca quien que yo no puedo!

-Pos es que... Yo sí quiero mis hijos de vuelta y los demás son matrimoños! Y los casaos no creo me los degüelvan más endelante! Y asté... Pos... Asté es grande y estoy segura que si me los regresa!...
-... No mujer, yo no puedo recibirtelos!... No me alcanza pa' mantenerme sola lo que me dan y me gano cuando hay trabajo! Con 2 chamacos menos me va a alcanzar!... No mujer, no!
Porfiria dejó lo que estaba haciendo en el patio y entró a su cuarto cerrando con la tranca. Subió un poco el volumen a su radio buscando una buena melodía que la hiciera olvidar la desagradable plática.

Eran las 3:00 a.m. cuando porfiria despertó con frío y un sabor raro en la boca, la radio seguía encendido y se apresuró a apagarlo apenada con los vecinos por tener que soportar el ruido hasta esa hora, prepara la cama donde se había quedado dormida sobre la colcha y para el sabor de boca necesitaba un vaso de agua, por lo que tenía que salir del cuarto al patio e ir a la cocina, prendió una vela y calzó huaraches, al entrar a la cocina quedó muy impresionada con lo que vió! Los dos hijos de Brígida dormidos en el piso compartiendo espacio con el perro "cacahuate" con morrales improvisados hechos con sábanas llenos de ropa! El perro solo levantó la cabeza para ver a Porfiria y movía tímidamente la cola. Porfiria movía negativamente la cabeza, buscó un jarro para tomar agua del cántaro y se fué a acostar con el pesar de pensar que hacer con los niños al amanecer.


Visita nuestra pagina Oficial: http://haciendasantiagoovando.com

Publicar un comentario

0 Comentarios