Hacienda Santiago Ovando

Relato

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Porfiria despertó como siempre poco antes de las 6 a.m. se vistió, calzó huaraches y con el rebozo cubriendo cabeza y mitad del rostro toma el nixtamal puesto el día anterior y se dirige al molino de la colonia cercana, Erendira. Recorrió 100 metros cuando la pequeña que había dormido en la cocina la alcanzó y caminó a su lado sin decir palabra pero con un vestuario muy similar, como si siempre hubieran vivido juntas la niña caminaba y cuando Porfiria quería cambiar de mano la cubeta metálica la niña la toma y la lleva unos metros sin quejarse pero se podía ver qué le costaba mucho llevarla, Porfiria la volvía a tomar y llegaba al molino, la información de los sucesos del día anterior se podían escuchar de los labios de todas las mujeres. Porfiria tenía su metate pero el escuchar lo que pasaba a su alrededor era un motivador suficiente para visitar el molino comunitario. Regresaron y el niño ya se había levantado, tenía la piedra tallada a manera de abrevadero para los guajolotes llenos de agua y barrido el patio con la escoba de varas, Porfiria extrañada no sabía cómo reaccionar, puso olotes en la hornilla y petróleo en la estufa, en la hornilla el comal de barro y en la estufa un sartén de peltre, huevos y tortillas se cocinaban a la par, la niña aplaudía como Porfiria la masa y se veía la diferencia de tamaño y forma de las tortillas pero Porfiria agradecía de alguna manera la ayuda, al servir la mesa con huevos, frijoles y chiles tostados además deatole de masa, Porfiria por fin habló con los niños:

PORFIRIA-Güeno! Y astedes como se llaman?
NIÑO-Yo me llamo Gumersindo y mi hermana Octavia!
PORFIRIA-Y quen les dió permiso de dormir en mi cocina y ayudarme a los quiaceres?
NIÑA-Mi amacita nos trajo! Dijo que asté nos va a cuidar hasta que regrese y que debianos de ser ayudantosos porque si no asté no nos iba a querer y si ella regresa y no nos encuentra aquí... Pos no va a saber onde vamos a andar!
PORFIRIA-Ah mira! Que salió abusada tu amá!... Pero yo no los puedo cuidar! Yo creo que mañana mesmo les voy a dejar a la presidencia de Nopalucan y a ver qué hacen con astedes!... Hoy coman y no me ayuden en nada! Nomás un día les haré de gusto quedarse!
Los niños preocupados se veían entre ellos. Porfiria se levantó de la mesa y cuando se disponía a lavar los platos la niña ocupó el lavadero y con el ixtle que hacía de estropajo talló cada plato y jarro, el niño agarró su charpe y salió hacia el llano y no se supo de el hasta las 3 de la tarde que regresó con un pato gordo cazado en la laguna, lo vino desplumando en el camino y cuando llegó solo lo ofreció a Porfiria estirando el brazo, Porfiria sonrió y destripó, lo desflemó y cocinó, el mole rojo quedó delicioso pero Porfiria advirtió que aún así, serían llevados al otro día con las autoridades para que buscaran a su madre y los llevaran con ella, estaban terminando de comer cuando el encargado de la hacienda llegó de visita y entró a la cocina quitándose el sombrero.
-Güenas Doña Porfi...-El hombre quedó asombrado por lo que veían sus ojos! -Que hacen estos chamacos aquí Doña?... Que les dé de comer su madre! Ora usté?...
-Pos que se cree asté? Que la muy ladina se jué y me los dejó de regalaos! Que según qué va a regresar! Como la ve?
-Pos!... Muy de la fregada Doña!... Qué va a hacer con estas criaturas asté sola? Es muncho trabajo y gastos!
-Eso digo! Por eso mañana se van a la presidencia y a ver qué les hacen! Yo la verdá no puedo hacerme de cargo!
-... Tiene asté razón Doña pero... Si los lleva asté... Igual y nomás los van a dejar a la iglesia con los otros niños sin apás!... Mejor... Si puede asté cuidarlos... Yo le pasaría unos centavos cada ocho días pa' lo que necesiten!... Como ve asté?
-Ora! Si no es por dinero oiga asté! Es por la responsabilida' no son míos! Y un día viene su madre y algo le pasó a uno y que le digo?
-Pos ... Eso sí!... Pero... Igual va a venir y que le va a decir asté si les pasa algo en otro lado!... Porque asté se los dejó!
Porfiria fruncía el ceño pensando que hacer!
-Mire asté Doña!... Asté los cuida y cuando le hagan de enojar o cualquier cosa que necesiten asté me avisa y lo arreglamos!
-Pos... A ver si no me arrepiento de esto! A ver qué Dios dice!
-Y ... Que hoy no hay un taco de frijolitos?
-Nooo!... Hoy hay pato que mató este chamaco con la liga! Y ta' re güeno! Siéntese asté!
Rápidamente la niña alistó un lugar y puso tortillas a calentar en las últimas brasas de la hornilla, el niño tomó pedazos de tortilla y salió a darle a los totoles y Porfiria empezó a pensar que no era mala idea después de todo tener ayuda y compañía.




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