Hacienda Santiago Ovando

Relato

Relato Hacienda Santiago Ovando


Pasaban las 3:00 A.M. y Porfiria estaba recostada en su cama con la mirada fija en el techo, nunca antes había estado mas atenta a cualquier ruido, escuchó el jadear del perro cacahuate a las 10:30 cuando llegó exhausto de correr, le dió agua y lo dejó se acostara dentro de la casa pues iba a hacer frío. El perro se incorporó con las pequeñas orejas levantadas, empezó a ladrar frente a la puerta.

-Ya llegaron verda´? ya te voy a abrir, pérate...

El perro salió corriendo rumbo a la casita de Don Raúl, y ahí esperaba moviendo la cola y ladrando mientras se escuchaba a lo lejos el acercarse de la camioneta del encargado. Porfiria se iba acercando cuando la camioneta se detuvo y salió del lado del copiloto un Don Raúl como si nada hubiera pasado, antes de que el encargado diera un paso dentro de la casa, Don Raúl lo detuvo.

-Gracias mano! ya vete a descansar, mañana nos vemos.

-Pero patrón...

-Nada! nada! Gracias por todo ya vete anda!
El perro que le hacia fiestas en una pierna y no dejaba de brincar fue dejado afuera también. El encargado y Porfiria se quedaron viendo la puerta cerrada sin poder hacer nada.
-Que le pasó al patrón?
-Nada mujer! Nomas dió el susto, dice el Doitor que es una desconpansación! pero que no pasa nada!
-Y eso qué es?
-Pos "desconpansación" ha de ser de la panza! así suena! porque me dijo que se le diera bien de comer!

-Aaaaah! Ta güeno! Yo tempranito le tengo el desayuno!
-Le doy asté unos centavos y hagame a mi tambien que vengo a ver como está.
-No se aflija que yo le hago tambien asté!
-Agarre los centavos que no le caen mal!
Porfiria tomó el billete que el hombre le ofrecia y se fue a casa. No hizo esfuerzo en hacer que "el cacahuate" la siguiera, estaba mejor ahí en la puerta del patrón.
Al día siguiente Porfiria llegó a tocar a la puerta con el plato lleno de memelas cubierto por una servilleta bordada, los dos minutos que tardó en abrir Don Raúl le fueron eternos, se escuchó la chapa moverse y a Porfiria le volvía el alma al cuerpo.

-Güenos dias patrón!
-Buenos dias Porfiria, pásale.
Don Raúl tomó asiento como siempre con el rostro afable, con los ojos cerrados por su condición de ceguera, con el codo recargado en la mesa y la mano acariciando su frente. Porfiria alistaba platos para el y el encargado, ponía agua para café, en la tetera que le gustaba porque le chiflaba cuando el agua estaba lista y le contestaba siempre.

-Ya voy, ya voy.... no me correties!
Esa era la señal para que el patrón pudiera tomar gorditas del plato y sabia que el café estaría delante de el y a su derecha. Pero como Porfiria había puesto un plato mas, Don Raúl extrañado pregunta:

-Vas a comer tu?
-Como pasa asté a creer? nooo! es pal encargao el otro plato, que dice que venía a desayunar con asté!!
-Aah!
-Oiga asté compadrito! que le pasó? nos dió tremendo susto!

-Nada mujer, algo que da cuando no comes bien y te desmayas como yo!

-No come asté bien?

-Es que no tengo cocinera, renunció hace un tiempo y donde como a veces me hace daño!...

-Ora compadrito! Con el dinero que asté tiene ni modos que come onde hace daño!

-Es que cuando no quiero salir de casa mando al chofer a traer comida y sabrá Dios donde la va a conseguir que me lleva cada cosa...

-Porque no se consigue otra mujer que lo atienda?

-Poca gente de confianza! con mis ojos así se pueden aprovechar y me roban! Porque no te vas conmigo de cocinera?

-Yoooo? ni lo mande Dios patrón en desde chamaca no doy paso juera de la hacienda! onde cree que me voy ir a la ciuda´ a esta eda´?
-Bueno,... y ahorita que lo pienso... Que vas a hacer cuando yo me muera mujer? a donde te vas? Con quien?

-Ora! Dios quiera me vaya yo primero y ancina ya no se tiene que preocupar asté!

-Pero si es así? Que vas a hacer mujer?
-Pos, yo pensaba quedarme aqui hasta morir más que la verda´ asté lo sabe bien!

-Pero si cuando no esté mis hijos ya no te quieren aqui, yo no estaré para defenderte...

-Pos... si me quisieran sacar yo le pedire a mi señor Dios que ese dia me lleve!

-Te matarias?

-Noooo! es pecado de los grandes! noooo! pero mi Señor me escuchará toy segura!!

-Mmmm! Oye si no se apura este hombre me voy a acabar las memelas solo!!!

-Coma asté!! coma asté! hago más!
Llegó el encargado y saludando se quitó sombrero y se dispuso a comer, Porfiria le sirvió café. El hombre vió que quedaban pocas gorditas en el plato y aunque hambriento estaba contento al ver a su patrón con tan buen apetito.

-Patrón, lo tengo que llevar al doitor a las dos, pongase bueno que le necesitamos.

-Sabes que mano? ya me siento bien, mejor ya no vamos!

-Ta bueno patrón, como asté diga!

Porfiria ya no hablaba pues tenia la costumbre de no meterse en las conversaciones de Don Raúl o entre hombres, pero con señas hacía entender al encargado que presionara al patrón para dejarse llevar!

-Patrón, es que ya pague desde ayer la consulta y... si no vamos se va a perder el dinero!

-Sabía el encargado como convencer a Don Raúl, el nunca dejaría desperdiciar ninguna cantidad de dinero.

-No mano! si ya pagaste hay que ir, si no se va a perder ese dinero... pasas a las dos!

-Ta güeno. Al salir de la casita Porfiria y el encargado se ponen a platicar:

-Hicites bien en convencerlo que vaya al doitor! Se ve malo todavia.

-Pos... asté me hizo de señas...

-El patrón necesita cocinera en su casa en Puebla, le voy decir de tu hija la Lurdes! quiere gente de muncha confianza!

-Pos... estaría bien oiga asté!

-Ta güeno, mañana le convenzo mi compadre pa ´que tu hija se vaya!

-Munchas gracias Porfiria!

La mujer iba camino a casa con su plato en mano, sin saber que ese voto de confianza que le daba al encargado significaba mucho para el! ganarse el respeto de Porfiria después de haberle hecho la vida difícil era algo que nunca se hubiera imaginado, en ese momento ese hombre se sintió superior.


Visita nuestra pagina Oficial: http://haciendasantiagoovando.com

Publicar un comentario

0 Comentarios