Hacienda Santiago Ovando

Relato

Relato Hacienda Santiago Ovando



La liga se estiraba al máximo y la mirada fija de Gumersindo estaba en el pequeño montículo de tierra que se hacía más grande, señal de que la tuza no tardaría en asomar su cabeza, el niño ni siquiera pestañeaba y al ver apenas asomar la nariz y los dientes salidos del roedor soltaba la munición en el blanco de manera perfecta, cuando se acercaba, el animal estaba agonizante, sin remedio iba a morir; el anciano que lo acompañaba no mostraba su sorpresa aunque siempre le emocionaba ver como el niño no fallaba, así, el hombre que tenía un gran talento para encontrar los posibles lugares donde habría animales y el niño hacían una magnífica mancuerna.
-Ya llevanos 4 tuzas eh! Nos está yendo bien chamaco!
-Llevamos? Yo les di, usté nomás me ve!...
-Te dejo que le des que es endeferente! Si yo quiero le pego un tiro y sería mía! Endemas! Yo soy quien las encuentra! Si no te gusta ve a buscar tu solo!
El niño entendió que el solo no podía encontrar las tuzas y dió la razón al viejo.
-Cuanto le pagan usté por cada tuza?
-Pa' que quieres saber?
-Pa' saber cuánto me toca de la paga!
-... A poco crees que te voy a dar dinero que me pagan a mi? ... Tas pendejo chamaco! ... Vente de este lao, aquí debe haber! ...
El hombre identificó un hoyo nuevo a la distancia y esperaba al niño que estuviera a su siniestra para señalar pero el niño no llegó, cuando volteó el niño iba camino a casa con la resortera en la mano y a paso más que veloz se notaba enojado.
-CHAMACO! Onde te vas? Ven! Aquí sta la tuzaaaa!
El niño no volteó y seguía su camino con enfado! El hombre lo alcanzó.
-Ora que tienes?
-La señora con quién vivo dijo que usté no es güena gente y estoy viendo que deveras!...
-Pos la peinada no sabe nada! Endesde chamacos jué bien presumida y me tenía envidia.
-La que? Envidia de que oiga?
-La peinada, pos envidia de que yo siempre he hecho mi volunta' duermo onde sea! Mi casa es todos laos y nunca me falta nada! Siempre me cae un centavo.
-Pero dice que no siempre es centavo bueno y limpio!
-Queeee? ... Vieja mendiga! ... A ver dime: Si algo se da en el campo no es de naiden no es cierto?...
El niño asentaba con la cabeza!
-Tons, el maíz nace en la tierra que no? ... Tons si nace en la tie...
-Pero es del que la siembra! No es de usté y no la debe agarrar... Eso es robo!
-Perate! Perate! Dejame terminar de decir... Si el maíz nace en la tierra como los quelites, quentoniles, malvas, y esos naiden los cosecha! Agarramos pocos pero pa' comer y no se pizca ni nada, tons esos son de todos verda'?
-...Pos!... Creo que sí...
-Tons si son de todos ponte de pensar que unos días yo no agarro los que me tocan a mi, porque ya me aburrí de comer de eso! Tons voy por unos elotes de la hacienda pero no agarro los quentoniles que me tocan! Astedes van y los agarran y yo no me molesto! ... Tons porque astedes se molestan de unos cuantos elotitos que yo agarro pa' comer?
El pequeño hacia un esfuerzo para pensar en un argumento que debatiera eso pero no lo encontraba.
-Pero como sea ya me voy a mí casa! Uste' no me quiere compartir de lo que le dan por las tuzas y yo las mato! Ni gasta en munición... Mejor ahí dele usté solo!
-Perate! Perate! Amos a pegarle a las tuzas y el sábado que me pagan todas las tuzas te doy una parte! Te voy a dar 2 pesos por tuza, a mí me dan 5. Órale vente!
-Asi, si voy...
El niño y anciano cazaron toda la semana hasta el viernes.
El pequeño hacia una suma de cinco cifras en su cuaderno, resultado 32 tuzas, pidió a su hermana ayudara a hacer una operación más grande parándose frente a él para que, contándole los dedos de pies y manos de ella y los suyos le fuera más fácil, pues la multiplicación le era difícil de hacer todavía. Así llegó a un total de 63 pesos! No sabía si estaba bien o mal pero esa cantidad era una fortuna para un niño. Era sábado e iría con el viejo a cazar y luego a cobrar y para no meterse en problemas de números nuevos, lo que cazaran sábado no se lo cobraría! El niño llegó al llano y el viejo no llegó, estuvo toda la mañana, incluso cazó por cuenta propia tres tuzas! Regresó a casa y al ser sábado Porfiria no estaba pues atendía como cada fin de semana a Don Raúl con el desayuno, su hermana le daba de desayunar y después de eso el salió a vagar al llano para ver si lograba ver al anciano pero nada! Tuvo que regresar a casa cuando atardecía, un poco molesto tomaba en atole que Porfiria sirvió de cenar.
-Ora! Un día se te va a quedar la cara de chintete verás! Que te pasó?
-Nada!
-Como nada? si parece que tienes caca de vaca debajo la nariz! Su hermana tapaba la boca para reír en silencio!
-...Pos... Es que juí al llano y ora no hubo que cazar! Yo quería cenar carne! ...
-Aqui tengo un pedazo de cecina de borrego! Orita te lo caliento!...
-No, ya se me quitó de las ganas!
-Ta' güeno! Pos a dormir! Órale!...
-Señora... Vió asté hoy al tuzero?
-Ora si, jué temprano a ver el patrón y entriegó hartas tuzas! Ora si le jué bien al mendigo! A ver si con lo que le pagaron deja de robar los campos y lo que se le atraviesa de otras gentes!... Ese es muy mala gente!... No te juntes con el!... Al patrón le debe re harto de que le pide y pide prestao y nunca paga! Quen sabe que le hace el dinero! Le pagan 7 pesos por tuza!... Pero es un desdichao! Naiden lo quiere!
El niño fue a dormir decepcionado de si mismo! Había sido engañado y lo peor es que se lo habían advertido. De cualquier manera al otro día lo iría a buscar y pedir una explicación. Domingo y el hombre no apareció, Lunes llegando de la escuela dejó el morral y tomó la resortera y se fue al llano, ahí estaba el tipo esperando una tuza que asomara la cabeza, el niño llegó y aunque el hombre estaba apuntando, le ganó el tiro y la mató, el hombre sonreía al verlo y se alegraba de ahorrarse un tiro.
-CHAMACO! Que güeno que llegas! Hay que hacer más dinero esta semana!
-Ya maté sábado y domingo 6 yo solo! Están colgadas en el sauce chueco de la laguna!
-Bien! Bien! Amos de gane! Amos a darle a más vente!
-... Pos primero deme mis centavos!
-Orita!... Primero amos a cazar!
-Pero me va a dar mis centavos?
-Si pues!... Mira!- el hombre sacaba unos billetes del bolsillo y los volvía a guardar. El niño confiado se fue con el y en el transcurso de la tarde cazaron 9 tuzas y con las 6 que ya tenía, esa auguraba ser una excelente semana.
-Ora si ya me voy a mi casa! ... Deme asté mis centavos!
-Cuales centavos? No te dije l'otro día que se cobran el sábado? Hoy es lunes! ... El sábado te pago! Vente amos a buscar otra pa' que sean 10 de hoy!...
El niño demasiado enojado por el engaño de nuevo, se encaminó a su casa. El hombre lo alcanzó y le dió un cozcorron terrible!
-Que te digo que vamos por otra pinche escuincle, QUE NO OYITES?
El niño quiso correr pero fue alcanzado! Dos cozcorrones más recibió cuando puso piedra en su resortera y apuntó como pudo a la cara del anciano y soltó, el hombre soltó al niño mientras sentía en su frente escurrir sangre! Gumersindo corrió tan fuerte como pudo, el tipo enfurecido tomó su escopeta que estaba a unos metros, estaba cargada desde temprano, apuntó y aunque el niño iba lejos disparó, pensando que si no le pegaba por lo menos le daría un buen susto.
Gumersindo escuchó casi al tiempo que sintió como si muchas abejas lo picaran juntas, tropezó, y en su espalda sentía mucho calor por lo que no quiso levantarse.
El anciano asustado por entender que hizo, tomó su escopeta, morral y tuzas y corria al llano mientras el niño permanecía tirado manchando la camisola blanca de rojo.


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