Camila juega todo el tiempo, Porfiria es feliz con ella y mantiene a la pequeña entretenida, Julieta siente alivio al poder dejar largos ratos con la abuela a la interactiva niña, Camila ya habla y su madre regularmente hace correcciones en su pronunciar pero se enfrenta a un pequeño problema mientras estén en Santiago Ovando junto a su abuela, Porfiria no tiene la pronunciación que Julieta quiere utilice su pequeña. Julieta todo el tiempo ha dado una buena cara y no se ha quejado de nada pero cada día que pasa en silencio soporta un malestar que le provoca el no estar en su casa. El clima frío del invierno, los catres que no son nada cómodo y que Porfiria ya intentó cambiar por las camas que dejaron los niños pero Arnulfo no aceptó, La comida que es casi a diario frijoles, atoles y el pinole que hace toser muy seguido a Camila pero que sigue comiendo a cucharadas en cuanto se distraen y ella lo encuentra! Han pasado 4 días y Julieta cree que ya es necesario hablar con su esposo.
-Arnulfo! Quiero hablar un momento antes de dormir.
-Dime mujer!- Decía Arnulfo mientras se preparaba para acostarse
-Cuando nos vamos? Dijiste que solo iban a ser unos días pero no me haz dicho cuántos! Disculpa pero no me siento cómoda ya!
-Que te desagrada? Como puedo hacer ti estancia mejor?
-No entiendo tu pregunta! Acaso pretendes que nos quedemos más tiempo? Arnulfo! La finca necesita que estemos ahí! Es nuestra casa y nuestro sustento! No podemos descuidarlo!
-No te preocupes! He trabajado lo suficiente y dejé a Fidel de encargado, Julieta! He planeado está visita por tantos años y busqué al empleado perfecto que he hecho mi mano derecha como para que todo marche bien sin necesidad de estar ahí!
-Pero!...
-Pero que mujer? ... Mira! Mañana es sábado, llega mi padrino! Lo quiero saludar, platicar con el en persona, todos estos años solo ha sido por cartas, telegramas y un par de veces por teléfono! Ya te había dicho todo!
-Arnulfo!... No estoy cómoda!
-Pues si quieres le acepto a mi madre las camas y dejamos estos catres a un lado!
-No es eso!... Es que ... Discúlpame... Pero no entiendo cómo tú madre soporta no bañarse días y yo...
-Julieta! ... Mi madre se baña a diario!
-En serio? Y dónde está la regadera?
-Aqui no hay! Se baña con agua fría con un jarro grande y lo hace en el paredón atrás de la cocina. Los sábados ponen el temazcal a calentar y se bañan los demás acasillados!
-De verdad? A mí me urge un baño pero caliente! Con este aire y frío yo no me baño con agua fría!
-Pues mañana desde las 7 de la mañana ya está el temazcal, puedes pedir que seas de las primeras en bañarte!
-No se cómo es eso del temazcal pero igual y me gusta!
-Yo diría que mejor seas de las últimas, las primeras tienen que soportar que está demasiado caliente!
-Ay no! Yo voy a ser la primera!
-Bueno pues, es el iglú de cemento que se ve afuera, entras por la pequeña puerta, está muy oscuro adentro, pero podrás ver las brazas y piedras calientes, junto hay una cubeta con agua y hay que poner un poco sobre las piedras para hacer vapor!
-Ay que bien se oye!
-Tal vez tengas que compartir el baño con alguna mujer o tal vez dos, es común aquí, para aprovechar al máximo el calor y el espacio del temazcal.
-No importa! Me urge un baño!
-Bueno... Entonces mañana seguro puedes desde muy temprano entrar.
-Bien! ... Pero... Regresando al tema!... Cuando nos vamos?
-Julieta!... No lo sé! Dame unos días más por favor! Apóyame!...
-... Está bien Arnulfo! Pero ten en mente que Camila y yo necesitamos estar en casa.
Mientras decía eso la pequeña estaba jugando con una muñeca de trapo y pequeñas piedras a modo de su comida recreando lo que su abuela hacia con ella en el día.
-... Bueno yo! Yo necesito estar en casa!
-Si Julieta, te prometo hacer lo posible para hablar con mi madre sobre lo que tenemos pensado. Mañana pediré a mi padrino apoyo para hablar con ella.
-Gracias amor! Descansa.
Al otro día siguiendo instrucciones de rodillas y desnuda entraba al temazcal Julieta, su piel blanca parecía tener luz dentro del oscuro y pequeño lugar, hacía bastante calor, compartió el baño con dos mujeres que no podían evitar intercambiar miradas cómplices preguntándose cómo estaban con una mujer como ella ahí, Julieta a los 20 segundos ya creía que no era buena idea bañarse ahí, pero lo confirmó cuando una se sus acompañantes tiró un poco de agua sobre las piedras y el tremendo vapor hacía sentir que no podía respirar, por pena aguantó un poco solo que pidió que no lo hicieran otra vez. Las mujeres se veían molestas pues querían más calor. De pronto una de ellas tomó un sombrero de paja deshilachado y se empezó a dar pequeños golpes por la espalda y pasar así por el resto del cuerpo, luego empezó a darle golpesitos a su compañera y así por su cuerpo mientras esta recibía con agrado y levantaba brazos y ponía el cuello a modo para recibir más.
-Porque hacen eso?
-Pa' quedar bien limpias! Se hace con un sombrero viejo o unas ramas de hierbas asegún si está mala de algo! Se ojea y queda rebien! Verda' tu?
-Ahhhh! Pues ... Si me puedes pasar el sombrero a mi también por favor?
-Si quiere! ...
Al primer pasar del sombrero, Julieta sintió como si la hubieran azotado con un látigo de cuero y salió gritando sin importarle estar desnuda de ahí, agarró de iediato una toalla y se tapó mientras un par de mujeres que estaban esperando turno para entrar la veían extrañadas, descalza fue así hasta el cuarto donde Arnulfo estaba sentado leyendo un libro.
-Julieta! Estás bien?
-NO! NO ESTOY BIEN ARNULFO! Ya no me está gustando estar aquí!
Trataba de controlarse mientras buscaba ropa en una de sus maletas y mientras se ponía ropa interior hablaba.
-No quiero seguir aquí, disculpame pero no creo poder estar comiendo frijoles a diario, ir al molino a kilómetros y tomar baño donde te golpean con un sombrero que duele como si fuera alambre con púas! ... Porque no paro de sudar? Ya me sequé 3 veces! ... Por favor Arnulfo! Se que es tu madre y que si fuera el caso tú me apoyarlas pero haz lo posible porque nuestra estancia aquí no se alargue, quieres?
-Hare lo posible mujer, cálmate por favor!
Por cuarta vez Julieta se secaba!
-Que cantidad puede uno sudar? No puedo creerlo!
-Es el temazcal, no estás acostumbrada!
Arnulfo abrazó a su mujer mientras que fuera del cuarto una Porfiria acongojada por lo que escuchó pensaba a qué vecina pedir algo diferente para no dar de desayunar los frijoles que ya había calentado, en ese momento Porfiria se dió cuenta que su nuera era parte de una clase social muy diferente y tendría que buscar la forma de hacerla sentir cómoda.
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